Me gustaba
coleccionar cartas pokémon del tipo siniestro y fantasmagórico. En especial si
se trataba de Haunter, pues me gustaba mucho ese pokémon.
Aquella vez
salí con mi mazo de cartas a jugar como cualquier otro día. Sin embargo, las oscuras
nubes de ese día nos sorprenderían con una experiencia diferente,… sólo unas pequeñas
gotas presagiaron un cambio. Ese día me junte con mis amigos en la esquina de
siempre… uno de mis camaradas me ofrece cambiar cartas, contento acepté y
comencé a ver qué es lo que tenía. Para mi sorpresa, entre las cartas encontré un extraño Haunter de color blanco
con un rostro asustadizo. Mi amigo se da cuenta de mi sorpresa e interés por
aquella carta y me la quita de inmediato, diciéndome:
-Esta es mía
y no la cambio por nada, es mi favorita-…Yo lo miré molesto y le dije:
-Si quieres
te la compro… ¿Cuánto pides por ella?-
- Si la
deseas son $20.000, más tu mazo, pues es una carta muy rara y difícil de encontrar-
-Dalo por
hecho- Dije y le entregué mi mazo y luego saqué de mi bolsillo $20.000 para dárselos
en sus manos.
-Espero que
después no te arrepientas de tu decisión- Dijo mi amigo mirándome fríamente.
Comenzaba
una espesa lluvia al llegar a mi casa. Tras la puerta quedaron los juegos, entre
con el cansancio en mis zapatos,… dejé la valiosa carta sobre el escritorio y
me fui a dormir, estaba muy reventado, la lluvia había alcanzado mis pies y mi
cabeza. Nunca pensé qué esa noche estaría frente a un inesperado final…
Al día
siguiente la debilidad de mi cuerpo expresaba un agotamiento duro. Traté de moverme
pero no encontraba objeto de apoyo, pues mi rededor lo cubría un manto oscuro,
miré alrededor dándome cuenta qué miraba a mí dormir ¿Cómo podía ser esto posible?
En ese
momento, el sujeto que supuestamente era yo se despierta, me atenaza e inmoviliza
con sus manos, me besa y se sonríe:
-Eres mi
valiosa carta ahora-
Su tono maquiavélico,
despertó mi entendimiento y fue entonces cuando me di cuenta que no estaba en
mi cuerpo, estaba adentro de la carta ¡Me había transformado en una carta y el Haunter
se había apoderado de mi cuerpo!
Mientras aumentaba
la lluvia sobre las ventanas, lágrimas sobre los vidrios auspiciaban un día
violento, truenos y relámpagos enmarcaron la mañana. Bruscamente se oscureció todo cuando la
presión cayó sobre mi cuerpo. Viajé en la oscuridad de su bolcillo, sin saber el
destino, bloqueada mi voluntad me resigne en el movimiento de sus pasos, solo
escuchaba el chapotear de sus zancadas y los eventuales truenos que desestabilizaban
cada vez más mis pensamientos. La lluvia parecía intensificarse, cuando de
pronto se iluminó todo, me sentí segado y de inmediato me vi sumergido en un
agua oscura, que me impedía ver bien. Logré visualizar un cuerpo humano
tratando de erguirse, era mi cuerpo que tropezó en los desniveles de la calle,
en la caída salté de su bolcillo… y yo,
comencé lentamente a navegar por un
pequeño riachuelo que espontáneamente se formó en aquella calle estrecha. No
podía detenerme, mi conciencia se desvanecía en la medida que la tinta se
alejaba de mi cuerpo, tiñendo de colores los charcos enlodados. Los truenos y
relámpagos acompañaron mi último camino.
Luego, cayó
a un oscuro acantilado… cuando las distorsionadas tintas ayudaron a que nadie reconociera
y recordara su existencia. Todo terminó
en un olvidado pantano, solo acompañado por un silencio húmedo que destruyó su
cuerpo.
Sabril Winston Haider