domingo, 10 de julio de 2016

Ilusión

Bajo la luna llena me encuentro escribiendo versos que serán para ti…bella y amada princesa. Cada noche te veo a través de mi ventana, mientras las gotas de lluvia caen y abrazan mis lágrimas. Te sigo viendo…estás ahí, sin embargo,…es sólo una ilusión de mi mente enloquecida.

Sabril Winston Haider


viernes, 8 de julio de 2016

Espera

Aún estoy a la espera de tú llegada, quedan pocos días…o eso parece. Ya falta poco, me dirijo al terminal para esperarte. Acaba de llegar el bus y te veo bajar de él...y de repente escucho la alarma de mi despertador.

Sabril Winston Haider


domingo, 3 de julio de 2016

La Carta Maldita (Creppypasta Pokémon)

Me gustaba coleccionar cartas pokémon del tipo siniestro y fantasmagórico. En especial si se trataba de Haunter, pues me gustaba mucho ese pokémon.
Aquella vez salí con mi mazo de cartas a jugar como cualquier otro día. Sin embargo, las oscuras nubes de ese día nos sorprenderían con una experiencia diferente,… sólo unas pequeñas gotas presagiaron un cambio. Ese día me junte con mis amigos en la esquina de siempre… uno de mis camaradas me ofrece cambiar cartas, contento acepté y comencé a ver qué es lo que tenía. Para mi sorpresa, entre las cartas  encontré un extraño Haunter de color blanco con un rostro asustadizo. Mi amigo se da cuenta de mi sorpresa e interés por aquella carta y me la quita de inmediato, diciéndome:
-Esta es mía y no la cambio por nada, es mi favorita-…Yo lo miré molesto y le dije:
-Si quieres te la compro… ¿Cuánto pides por ella?-
- Si la deseas son $20.000, más tu mazo, pues es una carta muy rara y difícil de encontrar-
-Dalo por hecho- Dije y le entregué mi mazo y luego saqué de mi bolsillo $20.000 para dárselos en sus manos.
-Espero que después no te arrepientas de tu decisión- Dijo mi amigo mirándome fríamente.
Comenzaba una espesa lluvia al llegar a mi casa. Tras la puerta quedaron los juegos, entre con el cansancio en mis zapatos,… dejé la valiosa carta sobre el escritorio y me fui a dormir, estaba muy reventado, la lluvia había alcanzado mis pies y mi cabeza. Nunca pensé qué esa noche estaría frente a un inesperado final…
Al día siguiente la debilidad de mi cuerpo expresaba un agotamiento duro. Traté de moverme pero no encontraba objeto de apoyo, pues mi rededor lo cubría un manto oscuro, miré alrededor dándome cuenta qué miraba a mí dormir ¿Cómo podía ser esto posible?
En ese momento, el sujeto que supuestamente era yo se despierta, me atenaza e inmoviliza con sus manos, me besa y se sonríe:
-Eres mi valiosa carta ahora-
Su tono maquiavélico, despertó mi entendimiento y fue entonces cuando me di cuenta que no estaba en mi cuerpo, estaba adentro de la carta ¡Me había transformado en una carta y el Haunter se había apoderado de mi cuerpo!
Mientras aumentaba la lluvia sobre las ventanas, lágrimas sobre los vidrios auspiciaban un día violento, truenos y relámpagos enmarcaron la mañana.  Bruscamente se oscureció todo cuando la presión cayó sobre mi cuerpo. Viajé en la oscuridad de su bolcillo, sin saber el destino, bloqueada mi voluntad me resigne en el movimiento de sus pasos, solo escuchaba el chapotear de sus zancadas y los eventuales truenos que desestabilizaban cada vez más mis pensamientos. La lluvia parecía intensificarse, cuando de pronto se iluminó todo, me sentí segado y de inmediato me vi sumergido en un agua oscura, que me impedía ver bien. Logré visualizar un cuerpo humano tratando de erguirse, era mi cuerpo que tropezó en los desniveles de la calle, en la caída salté de su bolcillo…  y yo, comencé  lentamente a navegar por un pequeño riachuelo que espontáneamente se formó en aquella calle estrecha. No podía detenerme, mi conciencia se desvanecía en la medida que la tinta se alejaba de mi cuerpo, tiñendo de colores los charcos enlodados.  Los truenos y  relámpagos acompañaron mi último camino.

Luego, cayó a un oscuro acantilado… cuando las distorsionadas tintas ayudaron a que nadie reconociera y recordara su existencia. Todo  terminó en un olvidado pantano, solo acompañado por un silencio húmedo que destruyó su cuerpo.

Sabril Winston Haider