Iba caminando de forma silenciosa por el parque, me
encantaba sentir el viento que golpeaba mi cara. Estaba algo cansada, así que
decidí sentarme en una de las bancas. De repente, mi mirada se desvió hacia la
banca del frente, había una hermosa chica de cabello negro largo, piel blanca y
ojos oscuros. Al parecer se da cuenta que la estaba observando porque me sonríe
y yo le sonrío de vuelta. Entonces ella se acerca a mí y se sienta a mi lado:
-Hola soy Goelia ¿Tú quién eres? - Dijo con una voz dulce.
-S-soy Alejandra, un gusto conocerte- Dije con voz
temblorosa, después me di cuenta que la chica tenía un colgante muy especial,
una piedra en forma de corazón rojo, lo observé por unos minutos.
- ¿Te gusta mi colgante? -
-Oh si…es muy bonito y único, nunca había visto algo
parecido-
-Es porque soy un demonio- Dijo sonriendo, la miré
sorprendida.
- ¿Un demonio? Pero esas cosas no existen en este mundo-
-Tal vez no en éste, pero en mi antigua vida lo era, y éste
colgante es prueba de ello, te lo voy a demostrar-Coge el corazón con una de
sus manos y de repente sus ojos se tornan un color rojo intenso, la miré un
poco asustada y luego ella me sonríe- Descuida, no te haré daño, ya no devoro
almas.
-Eso me tranquiliza un poco, me pregunto qué es lo que fui
yo en la otra vida- Dije mirando el cielo.
-Por tus ojos azules tal vez fuiste un ángel- Dijo de forma
seria, suelta su colgante y sus ojos volvieron a ser oscuros otra vez.
-¿Yo un ángel? Lo dudo, siempre estoy ocasionando problemas
a la gente-
-Pero eres de esas personas que siempre ayuda a los demás
sin importar lo que pase-
- ¿Cómo lo sabes? – Dije sorprendida, esta chica comenzaba a
intrigarme.
-Simple intuición nada más, pero si te gustaría saber más de
tu vida pasada yo podría ayudarte-
- ¿De verdad? ¡Sería fabuloso! – Dije sonriéndole, en ese
entonces coge mi mano dulcemente.
-Entonces sígueme, y te mostraré tu vida pasada- Dijo
sonriendo.
Desde ese momento mi vida había cambiado, me juntaba por las
tardes con Goelia a leer muchos libros y me enseñó cosas que nunca en mi vida
había visto y que tampoco pensé que existían. Me explicó sobre criaturas como
los demonios, los ángeles, los dragones que a pesar de que la gente no lo creía
estaban entre nosotros, y otras criaturas mitológicas que se encontraban en
nuestro mundo.
Pasó el tiempo y con Goelia fuimos muy cercanas, al punto de
que terminé enamorándome de ella, pero aquello era un gran problema, porque
después de tanta investigación y lectura habíamos descubierto que efectivamente
yo en mi otra vida había sido un ángel y ella un demonio. Y pues demonios y
ángeles no podían estar juntos. Sin embargo, hubo un día en que Goelia me cita
como de costumbre al parque:
-Alejandra, quiero decirte algo, es sumamente importante que
lo sepas, pero también es algo arriesgado lo que te diré- Dijo mirándome de
forma preocupada y tierna.
-Adelante, sabes que si se trata de ti estoy para escucharte
y ayudarte en lo que desees- Dije sonriendo.
-Pues quiero decirte…quiero decirte que tú me gustas mucho,
y quisiera permanecer a tu lado como tu novia….pero es arriesgado, ya que por
nuestras vidas pasadas, si estamos juntas nuestros karmas podrían ser muy
peligroso- Dijo preocupada, tomé sus manos y la miré dulcemente.
-No me importa si tenemos que vivir una vida complicada y
llena de problemas, deseo estar a tu lado y protegerte…porque te amo- Dije y
luego me acerco, besando sus labios de forma tierna.
Desde ese día que estamos juntas como novias, ambas
seguíamos investigando cosas de nuestras vidas pasadas o cosas de nuestro
interés. Sin embargo, a pesar de que estaba prohibido que un ángel y un demonio
estuvieran juntos, nuestra vida fue sumamente hermosa y dichosa, sin ningún
tipo de problema peligroso o trascendental que pudiera afectar nuestra
relación. Y es así como a pesar de nuestro pasado, pudimos vivir nuestro
presente y futuro muy felices.
Sabril Winston Haider