El día de hoy me levanté muy tarde, así que corrí al preu para ver a mi querida profesora. Al llegar allá, me dicen que no podía pasar. Sin embargo expliqué que necesitaba asistir a clases para un caso puntual y luego me retiraba. La secretaria me dió el pase y corrí rápidamente a la sala. Llamé a la profesora, salió del lugar mirandome alegremente.
-¡Profesora! Le tengo un regalo de despedida.
-¿En serio?- Dijo mi profe y le entrego una pintura de un gato que yo misma habia hecho.-¡Está hermoso muchas gracias!-
-Me alegra que le haya gustado, ahora debo retirarme- Dije nerviosa, la abracé, me despedí de ella deseandole lo mejor y me marché del lugar.
Sabril Winston Haider
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