martes, 29 de marzo de 2016

Recuerdo doloroso

¿Por qué estoy llorando? ¿Por qué me siento tan estúpida? ¿Por qué siento que estoy cometiendo un error? ¿Por qué de la nada me siento tan mal? Tengo un muy mal presentimiento….como si alguien muy querido me fuera a traicionar…o mejor dicho…siento que no te he olvidado del todo…al parecer…aún te sigo queriendo.

Sabril Winston Haider


lunes, 28 de marzo de 2016

Gecko

Ojos dulces, ojos marrones.
¿Qué se ocultan en ellos?
Sonrisa sencilla y fulminante
Que refleja su carácter de niño.

Tu seguridad al hablar, refleja tu carácter de hombre.
Una mezcla bien rara eres, de ternura y pasión.
Al mostrarte tranquilo y a la vez sereno
Seguridad me diste

Iluminaste mi noche
Iluminaste mi camino
Y cuando estaba a punto de caer

Con amor me detuviste.

Sabril Winston Haider


miércoles, 23 de marzo de 2016

Canción prohibida (Parte 2)

Al finalizar la tocata, mientras todas las personas aprovecharon de salir aproveché de salir rápido del escenario para alcanzar a aquella chica de ojos oscuros, tenía qué saber de ella y saber aunque sea su nombre. Me coloqué un polerón y salí por detrás para que el resto no me reconociera, busqué por todos lados pero no había rastro de ella. Para mi mala suerte ya era muy tarde, y toda la gente ya se había ido. Nunca olvidaré ésta noche, en la qué conocí por primera vez a la chica qué había logrado entender mis canciones…las palabras de mi corazón.
Cuando desperté, me di cuenta que estaba sola en el hotel, de seguro las chicas habían salido a beber algún trago. Así que decidí salir a caminar un poco, para ver si aquella chica qué no podía sacar de mis pensamientos, aparecía en algún momento. Y de repente, a lo lejos en un Mini Market la vi… ¡Era ella! Corrí hacia donde estaba y al estar frente ella me mira sorprendida.

-¡Tú eres la vocalista de Rock Love!- Dijo alegre.
-¡Shh! No lo digas tan fuerte o te podrán oír…he venido por ti- Dije en voz baja.
-¿Por mí? ¿Por qué?-
-Te lo explicaré en el camino- Dije alegre, tomé la mano de la chica y huí rápidamente del lugar.
-¿A dónde me llevas?- Dijo algo asustada
-A un lugar donde podamos conversar tranquilas- Dije y en una cosa de segundos ya estábamos dentro de la habitación del hotel- Debes estar cansada y tener algo de sed ¿Quieres algo?-
-No gracias…lo que quiero saber es ¿Por qué me trajiste hasta aquí?- Dijo mirándome asustada.
-No te asustes…te traje conmigo porque me moría de ganas de estar junto a ti- Dije acariciando una de sus mejillas.
-¿Y por qué conmigo?- Dijo ruborizada.
-Porque me gustas…-Dije y besa sus labios dulcemente, la chica correspondió sorprendida.
-Vaya… ¿Así que la canción fue una declaración de amor para…mí?-
-Así es…por cierto ¿Cómo te llamas?-

-Constanza…y esto es mi respuesta a tu canción- Dijo sujetando mis mejillas y besando mis labios lentamente. Nos dirigimos a la cama para poder expresar mejor nuestro amor, aquellas dulces caricias sobre mi cuerpo desnudo se sentían suaves  como si estuviera tocando una hermosa melodía de un piano en un tono de Re menor. Mientras qué yo la llenaba de besos, como si estuviera tocando una coqueta melodía de guitarra en Sol mayor. 

Fin



Sabril Winston Haider

martes, 22 de marzo de 2016

Canción Prohibida (Parte Uno)

Me gusta escribir canciones de amor entre otras cosas por las noches a la luz de la luna, me hacen pensar qué estoy acompañada y me inspiro mejor, sin embargo siento qué nadie puede entender el significado de ellas.
-¡Hey Gabriela! ¿Has terminado de afinar tu guitarra? Eres la única qué falta- Dijo Alex
-¡Lo siento! Voy en seguida- Dije entusiasmada, tomé mi guitarra como de costumbre y junto a mis amigos salimos al escenario a tocar nuestra música rock.

El público como siempre, cantaba con todas sus energías las canciones de nuestra banda. Algunas hablaban sobre la vida, otras hablaban sobre el maltrato animal, el maltrato a la mujer, entre otras cosas. Mi guitarra sonaba radiante aquella noche, como si estuviera inquieta y desesperada por hacer llegar el sonido hasta la última chica qué se encontraba en ese lugar. El bajo sonaba tranquilo y despreocupado mientras que la batería sonaba con energías de querer avanzar y avanzar y no detenerse. La gente coreaba con nosotros, saltaban de alegría y se empujaban los unos a los otros. El público nos amaba y disfrutaba de nuestra música.
Sin embargo, a pesar de qué mi guitarra sonaba mejor qué nunca, mi voz se oía un tanto triste, pues parecía qué la gente estaba más concentrada en pasarla bien, más qué intentar entender el significado de nuestras letras, y al ser así mi corazón se sentía un tanto solitario.

-Es lo mismo de siempre…-Dije en voz baja mirando a mi amiga bajista, en una breve pausa qué tuvimos al finalizar una de nuestras canciones, ella me respondió con una mirada triste. Miré al público por unos segundos con una expresión  triste, y de repente divisé a lo lejos algo que había cautivado mi atención. Era una chica de largo cabello negro liso, de estatura baja con ojos color chocolate.

-La siguiente canción significa mucho para mí, espero la disfruten…se llama “Canción prohibida”- Dije sonriendo y todos gritaron. Miré a lo lejos fijamente a aquella chica, y ella me devolvió la mirada con una sonrisa.


Mi corazón al cantar se sentía inquieto y feliz, en ningún momento aparté mi mirada en esa chica, nos comunicábamos a través de nuestras miradas y mi voz al cantar. Quería sentirla cerca mío y poder acariciar su linda cara y besar esos labios qué formaban una gran sonrisa. La miraba dulcemente y ella se ruborizaba, como si sintiera que la estuviera tocando de alguna forma. La miraba coqueta y ella se ruborizaba, como si hubiera podido alcanzar aquellos labios rojos, la miraba tranquila, como si estuviera tocando su mano…fue una conexión  tan mágica entre ella y yo, que parecía que estuviéramos haciendo el amor de una forma muy intensa.

Sabril Winston Haider


viernes, 18 de marzo de 2016

Cuatro elementos

Hace mucho tiempo, cuando apenas se estaba creando la civilización humana, existieron 4 hechiceros, cada uno con una personalidad única. Ellos eran una mujer y tres hombres de los cuales se desconocen sus nombres.
Uno de ellos, el mayor, tenía 40 años y poseía una personalidad serena y reflexiva. El segundo de 30 años era de personalidad introvertida y casi nunca hablaba. El tercero de 17 años era enérgico y un tanto violento a veces. Y la única chica tenía 21 años, poseía una personalidad creativa y alegre. Estos cuatro hechiceros, practicaban de forma constante sus hechizos para poder ayudar a los aldeanos, en lo que necesitaran.
Pero un día empezaron a ocurrir hechos extraños, pues los pocos humanos qué habían, estaban muriendo. Al parecer estaban necesitando ciertas cosas qué no existían aún, para poder subsistir. Fue entonces cuando al mayor de los hechiceros dijo: “Nos convertiremos en los elementos necesarios para dar vida a todo ser vivo qué exista en éste mundo”. Todos ellos estuvieron de acuerdo, y cada uno usó al máximo sus poderes.
“Yo seré quién brinde la tranquilidad, la libertad y la energía” Dijo el mayor y se convirtió en el aire.
“Yo seré quién brinde limpieza, seré la inspiración de futuros artistas y calmaré la desesperación” Dijo el de 30 años y se convirtió en el agua.
“Yo seré un elemento de doble filo, daré calor y energías pero al mismo tiempo serviré para destruir y erradicar males”. Dijo el de 17 años y se convirtió en el fuego.
“Entonces yo seré quién brinde color, firmeza y total vitalidad”. Dijo la chica y se convirtió, en la tierra, lo que hoy conocemos como la naturaleza.

Y es así como los cuatro hechiceros, se convirtieron en los 4 elementos qué conocemos hoy como el aire, el agua, el fuego y la tierra. No obstante, éstos no perdieron sus vidas y es por eso qué a veces el viento sopla fuerte, intenta comunicarse con sus viejos amigos. Y es por eso qué ocurren fenómenos naturales, entre ellos siguen conversando.

Sabril Winston Haider


martes, 15 de marzo de 2016

Sensación

¿Era un sentimiento de miedo o de un nuevo augurio? La canícula de febrero me hacía dudar, con mi manta me mantuve debajo del dintel, el  sonido reverberante y el movimiento cada vez mayor, me hacía dudar de mi sueño... dormía en la oscuridad solitaria,  silenciada por la luna. Me invade un sentimiento oscuro cada vez mayor. No temía, no temía por mí, temía por mis seres queridos ¿Cómo estará mi madre? ¿Cómo estarán mis amigos?  Lo único que deseo, es que estén bien...la noche se estanca, no avanza, mientras el feroz dolor, se apaga con la luna. 



Sabril Winston Haider