Iba un perro de tan solo dos meses de edad, que
habían abandonado en medio de la carretera, el pobre ya llevaba un día entero
sin comer.
Al segundo día, se acerca a un perro callejero:
-¡Hola querido amigo! ¿Qué te ha sucedido?-
-Me han abandonado, llevo un día entero sin comer
y beber ¿Tú tienes algo que me puedas dar?
-Lo lamento, no tengo nada, pero más allá está la
ciudad, ahí podrás comer y beber- Dijo el perro y se marchó.
Pasaron tres días más y el cachorro cada vez se
debilitaba más, de repente se encuentra con una hormiga:
-¡Hola querido amigo! ¿Qué te ha sucedido?-
-Me han abandonado, llevo tres días enteros sin
comer y beber ¿Tú tienes algo que me puedas dar?-
-Lo lamento, no tengo nada, pero más allá está la
ciudad y hay una carnicería en donde podrás comer todo lo que quieras- Dijo la
hormiga y se marchó.
El pequeño ya cumplía una semana sin comer ni
beber, se sentía muy cansado y muy débil, ya no sentía sus patas, y sus ojos se
cerraban solos. Al rato, cae totalmente agotado al suelo, pasan un par de
minutos y se duerme.
Sabril Winston Haider
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