Estaba recostada en mi cama, oyendo la lluvia caer. En ese instante decido leer un buen libro para pasar el rato. De repente me doy cuenta que mi cuerpo esta cubierto por una armadura de bronce, e iba caminando por un bosque. Encuentro una espada abandonada debajo de un árbol, decido tomarla por si se presentaba algún inconveniente. Y entonces, aparece un dragón plateado con ojos negros gruñendo con todas sus fuerzas, acto seguido me ataca, por suerte lo logro esquivar. Decido atacarlo con mi espada, pero este esquiva mi ataque, lanza fuego y corro para huir de él. Corro hacia él nuevamente y le entierro la espada en el corazón. Este cae al suelo herido. Sin embargo por sorpresa me alcanza con su boca y me traga de un bocado.
Al rato, desperté de un golpe y dejé el libro en un mueble cercano.
Sabril Winston Haider
No hay comentarios.:
Publicar un comentario