Querido amor mío, ha pasado un tiempo desde que nos
conocimos, aún recuerdo la primera vez que te vi. Debo admitir que fue un
contacto sumamente cálido, y desde ese momento supe que había una conexión
especial entre nosotras dos. No sabía tu nombre, ni edad, ni que es lo que
hacías. Solo sabía que estabas disfrutando de un arte en un evento de esos que
los llamados raros celebran y se divierten. Aquel primer beso por accidente, lo
sentí como una señal de que nosotras debíamos estar juntas. Y fue así, como desee
y quise seguir conociéndote más y más. Me di el tiempo de hablarte cada día, de
demostrarte mi cariño de alguna forma y fue así como empezaste a gustar cada
día más. Pasó el tiempo y ambas nos empezamos a atraer, había una fuerte
conexión entre nosotras. En aquellos besos pude sentirlo, algo mágico había
nacido. Fue entonces cuando me preguntaste lo que mis oídos querían escuchar “¿Quieres
ser mi novia?” y mi respuesta fue positiva ante eso, era obvio, era lo que más
deseaba ser. Ha pasado ya un mes desde entonces, y siento como si hubiera sido
ayer cuando nos vimos por primera vez, aún me falta por conocerte, y deseo
seguir haciéndolo cada día, quiero brindarte mi amor cada día con algún detalle
especial que te haga sentir especial, o al menos intentarlo, quiero protegerte,
cuidarte y contenerte de todo mal, quiero ser tu compañera, aquella persona con
la cual sepa que puedes contar. Eres una persona amable, cariñosa, tierna
aunque digas lo contrario, generosa, comprensiva, empática y muy entregada a
los que quieres, eso me gusta mucho de ti. Me gustan tus besos, abrazos,
caricia, tu risa, tus ojos, tu rostro, tu cabello, y todo lo que tenga que ver
contigo. Me gustas mucho y con orgullo puedo decir que mi mundo es perfecto
gracias a ti, y con orgullo puedo decir que estoy enamorada de ti, mi querida
chica, y espero que lo nuestro dure por años. No soy la mejor chica del mundo, pero
prometo esforzarme en hacerte feliz cada día y enamorarte cada día más. Eres la
mejor chica que me pudo tocar conocer, te amo amor mío.
Atentamente Sabril Winston Haider
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