Me levanté a media noche para ir a beber algo de agua, miré el cielo y lo encontré un tanto extraño, habían tres lunas en vez de dos, para variar, estas se alinearon y pensé ¿Planetas alineados?
De repente empezó a llover con estruendosos rayos, y a su vez temblaba muy fuerte. Corro rápidamente a avisarle a mi padre lo que pasaba, y lo único a qje atiné a pensar, era que se acercaba el juicio final.
Sabril Winston Haider
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